Praga estaba muda.
En la esquina donde la calle Celetna se abre a la gran plaza de la ciudad vieja, una voz rompio, de pronto, el silencio de la noche.
Desde su silla de invalida, clavada en el empedrado, una mujer canto.
Yo nunca habia escuchado una voz tan bella y tan rara, vos de otro mundo, y me pellizque el brazo.¿Estaba dormido? ¿En que mundo estaba?
Me contestaron unos muchachos, que aparecieron a mis espaldas: se burlaron de la paralitica cantora, la imitaron a carcajadas, y ella se callo.
Eduardo Galeano.
NACIMIENTO DE UN DELFIN
Video de relajacion
miércoles, 12 de mayo de 2010
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